“Terceros Lugares”: ¿Podría este lugar ser la clave para una mayor felicidad?

La mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo en casa, en el trabajo y en los desplazamientos. Por qué, según la ciencia, necesitamos los llamados "terceros espacios" para ser felices a largo plazo, qué hay exactamente detrás de ellos y cómo puedes encontrar tu "tercer espacio".
¿Qué tienen en común "Luke's Diner" de "Gilmore Girls", "Central Perk" de "Friends" y tu banco favorito del parque de la esquina? Son los llamados "terceros lugares", lugares que no son ni nuestro hogar ni nuestro trabajo, ni el campus universitario, ni ningún otro lugar donde realizamos nuestras actividades diarias.
El término "tercer lugar" fue acuñado por el sociólogo estadounidense Ray Oldenburg en su libro "The Great Good Place" a principios de la década de 1990. Se refiere a lugares donde podemos relajarnos especialmente bien, donde nos sentimos cómodos y donde disfrutamos pasar mucho tiempo. Todos estos puntos, individualmente, también se aplican a los dos lugares principales de nuestra vida: nuestro hogar, donde nos sentimos cómodos y podemos relajarnos, y nuestro lugar de trabajo, que suele ser nuestro lugar de trabajo. Idealmente, también nos sentimos cómodos allí y, sobre todo, pasamos mucho tiempo allí.
¿Por qué los “terceros lugares” son tan buenos para nosotros?Pero los "Terceros Lugares" nos ofrecen, como su nombre indica, un tercer espacio que, según Oldenburg, puede ser crucial para nuestro bienestar. Allí, no nos acordamos de las obligaciones laborales ni de las tareas domésticas pendientes. Podemos reunirnos con amigos en un lugar neutral, sin que ninguno de los dos tenga que ocuparse de ello como anfitrión, por ejemplo.
En películas y series, estos "terceros lugares" suelen ser cafeterías ("Central Perk"), restaurantes ("Luke's"), bares o incluso tiendas. Y en la vida real, estos lugares también son adecuados; parques, la biblioteca, un estudio de yoga o un lugar de encuentro religioso también podrían serlo. Pueden ser lugares donde entramos en contacto con otros y nos reunimos con amigos, pero no tienen por qué serlo. Un "tercer lugar" también puede ser un lugar donde estás completamente solo, pero quizás te sientes parte de un todo, a diferencia de estar solo en casa.
La ciencia también ha estudiado ampliamente el fenómeno de los "terceros lugares". Un estudio del estado estadounidense de California, por ejemplo, demostró que pueden aumentar nuestra confianza en nosotros mismos, mejorar nuestro estado de ánimo y mejorar nuestra calidad de vida.

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Y especialmente en tiempos en que cada vez más personas, sobre todo jóvenes, pasan mucho tiempo en línea, buscando y manteniendo contactos sociales y lugares para relajarse, el concepto de "terceros espacios" podría cobrar cada vez mayor importancia. Porque, a pesar de los muchos beneficios que Instagram, TikTok y otras plataformas similares puedan ofrecer, nuestra salud mental se resiente, especialmente con un uso excesivo.
En cambio, lugares como nuestra cafetería favorita o el banco del parque con el sol perfecto podrían servirnos como lugares temporales para relajarnos, cumpliendo precisamente la función que las redes sociales cumplen para muchos. De camino a casa del trabajo, podríamos necesitar un momento para desconectar antes de llegar, donde aún podríamos tener que vaciar el lavavajillas y hacer esa obligada llamada semanal a nuestra madre.
Quizás ya tengas un lugar en tu vida que te sirva de "tercer lugar", quizá aún no, pero podrías imaginar que podría ser bueno para ti. Las cafeterías y lugares similares están predestinados a ser terceros lugares —no en vano se presentan en televisión como lugares de encuentro—, pero tu "tercer lugar" personal no tiene por qué ser algo costoso. Un lugar en la naturaleza o la biblioteca local también pueden ayudarnos a desconectar y relajarnos.
mbl Brigitte
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